Oaxaca de Juárez, 5 de abril.
Por el bien de todos
Gerardo Felipe Castellanos Bolaños
El juego del palo encebado ilustra muy bien el trabajo en equipo; recuerdo que en la tarde de los Lunes del Cerro, en la Rotonda de la Azucena se fijaba un poste de cinco metros de alto; en la parte superior se colocaban premios que generalmente eran: ropa, dinero, dulces, juguetes, huaraches y zapatos, que ganaba el que pudiera subir a bajarlos.
Para hacer más difícil el ascenso el poste era untado con grasa. El objetivo era subir resbalando una y otra vez hasta que alguno de los competidores lograba alcanzar al menos un premio.
Como era tan difícil trepar, los participantes esperaban a que los primeros hicieren el intento para que limpiaran el poste.
El secreto para ganar era trabajar en equipo, formando una pirámide para ayudar a un solo miembro del equipo para que subiera, ganara los premios y los compartiera con los de abajo, que por supuesto jugaban a ganar – ganar.
Para trabajar con madurez y ordenadamente debemos trabajar en equipo y aunque esto parece que todos lo saben, entienden y aceptan, en la práctica no es así, y si no, observen a su alrededor.
Pareciera que disfrutamos viviendo en el atraso, en la ignorancia, en la pobreza. En lugar de ayudar a subir para ganar los premios y repartirlos entre todos, bajamos a todo aquel que se atreva a intentarlo y terminamos jugando a: Todos pierden, que trae como consecuencia: Todos ponen.
El equipo es un conjunto de personas que unen sus fuerzas en forma coordinada y solidaria para alcanzar un objetivo común dentro de un clima de trabajo que todos enriquecen y del cual todos disfrutan.
De esta definición se desprenden varios elementos que es necesario analizar para encontrar nuestro lugar en el propio equipo. 1.- Un conjunto de personas que tienden a identificarse con relación al objetivo que persiguen. 2.- Una meta común del equipo o resultado común por alcanzar, que debe ser conocida y aceptada por todos los miembros. 3.- Un plan de acción que deberá desarrollar el equipo para alcanzar su meta. Este plan coordinará e integrará los mejores esfuerzos de todos los integrantes. 4.- Un clima o ambiente de trabajo dentro del cual se desenvuelve la acción del equipo; clima que favorece y facilita el que se alcance la meta del equipo, la cual, al ser alcanzada, permite la realización personal en cuanto a esa meta de todos sus miembros.
El trabajo en equipo lleva implícitas dos responsabilidades para cada persona: 1.-Responsabilidad específica para cada posición que se traduce en el cumplimiento de la meta particular aceptada, en función de la meta total del equipo. 2.- Aceptar la responsabilidad para colaborar y sumar esfuerzos con los demás miembros del equipo para lograr la meta total del mismo.
Como requisito para hacerse responsable, cada miembro de un equipo necesitará saber cuál es el objetivo que se persigue; cuál es la meta precisa de su equipo; qué plan coordinado de acción se está desarrollando para alcanzar la meta y cuál es el ambiente o clima de trabajo que se ha determinado por el propio equipo como el mejor para la adecuada realización de sus miembros.
Si el miembro del equipo no conoce lo anterior, tomará posiciones individualistas que no tendrán nada en común con las tomadas por sus compañeros y sólo podrá lograrse un trabajo coordinado por casualidad; lo más probable es que haya división y oposición de esfuerzos dentro del mismo equipo.
El miembro del equipo que conoce y acepta la responsabilidad con la que va a participar en el equipo, tomará necesariamente una actitud dinámica, es decir, será un miembro activo y con orientación y junto con los demás deberá ser coordinado para la mejor utilización de sus esfuerzos.
En un principio, cuando se inicia el trabajo de un equipo la tendencia es que los intereses personales sean más importantes que los intereses del grupo, por lo que se trata de subordinar las necesidades del equipo a las necesidades personales; este estado de circunstancias permanece en tanto no llegue a entenderse con claridad que el equipo contiene un bien común, propio del mismo, que facilita y ayuda a la realización personal de sus miembros en cuanto a la meta que persiguen de un modo mejor y más efectivo, que si cada uno de ellos lo intentara por separado.
El trabajo en equipo requiere de un tiempo mínimo, suficiente, de trabajo en conjunto, para poder establecer una comunicación efectiva, armonía, coordinación, capacidad de adaptación, apreciación, respeto para cada persona, conciencia de unidad, satisfacción en la realización de las tareas; efectividad en lograr sus metas y madurez en sus relaciones interpersonales.