Gerardo F. Castellanos Bolaños
Oaxaca de Juárez, 11 de julio. El lugar elegido por el delegado de Cortés, Francisco de Orozco para establecer el pueblo de Santa María Oaxaca, es un sitio en donde el valle se estrecha. Es un lugar estratégico porque es la salida del valle de Etla —el mejor lugar de la Nueva España que escogió Cortés para fundar su ciudad— y es la entrada al valle de Zaachila y Tlacolula; es la puerta hacia el Mar del Sur y el paso a Tehuantepec, Guatemala, Nicaragua y Perú, y por supuesto el paso para Antequera.
Estaba situado entre el cerro Daninayaaloani, que quiere decir cerro de Bella Vista (cerro del Fortín) y el cerro Danibáan, que quiere decir cerro de los Veinte Tigres, (Monte Albán). “Los ríos desprendiéndose de las sierras inmediatas, corrían al fondo del valle, regando los sembrados que en forma de tablero se dilataban por las vegas, con los tintes de un bien cultivado jardín”. Además del suelo fértil y del clima templado, es el paso obligado hacia cualquier dirección.
Al Norte del río y al Oriente del cerro Daninayaaloani, en una franja de terreno de dos kilómetros y medio de largo y un poco menos de ancho, existía un cuartel mexica llamado Huaxyacac —Vocablo náhuatl: Huāx significa en español huaje, planta común en la región de los valles, yaca significa literalmente loma o cerro, el sufijo c es equivalente a tepec, “lugar”, de una forma abreviada. ‘’Huax yaca tepec’’, es decir, “en la loma de los huajes”.
Para cubrir su espalda y en caso necesario, facilitar la retirada, el emperador mexica Ahuitzotl estableció Huaxyacac en 1486, desde la cual dominaba con la vista, por un lado el valle de Etla y por otro, los valles de Tlacolula y Zaachila —el Mirador actual— dejó en aquel lugar un fuerte destacamento comandado por valientes capitanes que mantuvieran ocupados a los amigos y a los enemigos. Desde allí podía comenzar sus conquistas en todas direcciones
Siguiendo el Oriente, un río caudaloso corría atravesando el valle y al Sur de Huaxyacac, se desbordaba en época de lluvias, razón por la cual los mexicas lo llamaron Atoyac. Que quiere decir “río que se desborda”.
Los límites de Huaxyacac eran, con los nombres actuales, 2020: al Oriente, Av. Juárez y su prolongación Melchor Ocampo. Al Poniente la calle de Victoria (La Raya). Al Norte la calle de Quintana Roo y al Sur la calle de Las Casas.
Francisco de Orozco salió de Coyoacán, el 30 de octubre de 1521, con treinta caballos, ochenta infantes españoles y cuatro mil mexicanos. En el camino libró tres batallas en las que perecieron un gran número de combatientes, de una y otra parte .
Después de casi dos meses de viaje, llegó a Oaxaca el 25 de diciembre de 1521 y bajo la sombra de un árbol de huajes, en la margen derecha del río Atoyac, el sacerdote clérigo Juan Diaz celebró la primera misa.
Para vivir, invadieron Huaxyacac según su costumbre, a la que pusieron el nombre de Tepeaca o Segura de la Frontera y con los expedicionarios mexicanos que venían con ellos, establecieron alrededor: la Villa de Santa María Oaxaca (Marquesado) y los pueblos de San Martín Mexicapan; San Juan Chapultepec, Jalatlaco, Tepeaca (barrio) y Xochimilco.
Después de la caída de la Gran Tenochtitlan, todos a una, el cabildo de México, Cortés, fray Pedro Melgarejo, el tesorero Julián de Alderete y la mayoría de los invasores, escribían al rey… suplicándole que no enviase letrados, porque cuando llegaran a la Nueva España solo iban a crear confusión y desorden con sus libros y a provocar pleitos y enfrentamientos.
Los rasgos característicos de un invasor eran: Ser idólatra; creer en el oro como el único y verdadero dios; no tener linaje, ni blasón; no tener escrúpulos; no tener temor de Dios; ser sanguinario; sin calidad, sin ciencia (ignorante) y sin conciencia; tener un deseo excesivo y enfermizo de riqueza (codicia).
Esta es la razón por la cual los invasores que llegaron eran ex convictos enfermos de viruela, sífiles, asesinos, ladrones, entre los que venían: albañiles, herreros, carpinteros, pastores, vaqueros, soldados, panaderos, carniceros, agricultores, comerciantes; españoles en su mayoría, pero también llegaron portugueses, turcos, judíos, negros y criados de grandes señores; eran aventureros ignorantes en busca de fortuna fácil.
Llegaron a ciudades pobladas por indígenas cultos, con conocimientos científicos que siguen sorprendiendo a la humanidad y que se reían de los españoles porque trabajaban con las manos.
Implantaron por la fuerza la religión católica, el sistema de vida de los mexicas y el idioma náhuatl; con los mexicas llegaron mixtecos y tlaxcaltecas.
Los zapotecos que en ese momento se preparaban para lo que parecía ser la batalla final contra los mixtecos, obedeciendo a sus sacerdotes se sometieron a los invasores, para que la profecía se cumpliera; otros prudentemente se retiraron a Teotzapotlán; quedando los zapotecos, mixtecos y tlaxcaltecas, aliados de los españoles, como enemigos naturales de los mexicas.