Un oaxaqueño ejemplar
Gerardo Felipe Castellanos Bolaños
Marino Santiago es otro de mis maestros que conocí en Ejecutivos de Oaxaca, en 1975 y que orientaron de manera positiva el rumbo de mi vida porque sabía a dónde quería llegar. Séneca escribe: “Ningún viento es favorable para el que no sabe adónde va” y Lewis Carol en Alicia en el País de las Maravillas cuenta que Alicia llega corriendo a una encrucijada y pregunta al gato que está en el árbol: “minino ¿qué camino debo seguir? ¿A dónde quieres ir? Le pregunta el gato, a cualquier parte contesta Alicia. Entonces toma cualquier camino”.



Marino Santiago Castellanos fue un emprendedor oaxaqueño del que siempre nos vamos a sentir orgullosos los que lo conocimos. Como comerciante, en su ramo, trascendió su tiempo y su espacio. Su historia es un ejemplo de lo que se puede lograr cuando hay voluntad, disciplina, visión, trabajo y amor por sus semejantes.
Presento a ustedes a Marino Santiago Castellanos, 26 dic. 1940 – 24 feb. 2011, un oaxaqueño de éxito, creador del grupo empresarial: Zapaterías Santiago.

Oriundo de Lachatao, Ixtlán, en la Sierra Juárez. Fue su abuelo paterno quien tuvo la visión de traerlo a estudiar a Oaxaca, ciudad a la que llegó cuando tenía cuatro o cinco años. Estudió del primero al tercero de primaria en Oaxaca y los siguientes en Minatitlán, Ver., en donde cursó el primero de secundaría.
“Siempre he tenido la suerte, entendiendo por suerte el encuentro de la oportunidad con la preparación, de encontrarme en el camino medios que me han ayudado a formarme.
“En el Ejército Mexicano me formé los hábitos de puntualidad, responsabilidad, disciplina y el valor para enfrentar las cosas.

“Estuve comisionado en la SEP, C.F.E. y de ahí a Renovallantas y Muelles de Oaxaca durante 15 años, tuve la oportunidad de colaborar con un gran empresario nato, el Sr. Adalberto Castillo Avendaño quién me dio la oportunidad de conocer una empresa seria, basada en principios de orden, de disciplina, de mucho trabajo. El Sr. Castillo fue una persona de mucho trabajo. Considero mi paso por Renovallantas y Muelles de Oaxaca como la universidad de mi vida.
“Me independicé en 1979 y para decidir el ramo al que me iba a dedicar, hicimos una planeación formal, un análisis, una meditación y un consenso de familia y decidimos que nuestro negocio iban a ser los zapatos; fue una decisión trascendente ya que estaba de por medio el futuro de nuestras vidas.
“Del análisis que hicimos encontramos que había un gran vacío de servicio. Las empresas del ramo en esa época adolecían del pequeño gran detalle que se llama servicio. Por desgracia, a la fecha, los empresarios de Oaxaca todavía no comprendemos la verdadera mística de servicio; pienso que el día que los empresarios oaxaqueños destapemos ese gran filón que es el servicio no abra quien nos pare.
“Cu
ando nos dedicamos a servir y servir bien, en ese momento empezamos a encontrarle, hace 21 años, el caminito por donde podíamos entrar a ocupar un lugar en el mercado de la ciudad de Oaxaca.
ando nos dedicamos a servir y servir bien, en ese momento empezamos a encontrarle, hace 21 años, el caminito por donde podíamos entrar a ocupar un lugar en el mercado de la ciudad de Oaxaca.“Zapaterías Santiago en su inicio no era más que un pequeño cuartito de 3 x 4 metros en donde, allí era todo; ventas, almacén y comedor. A la hora de comer hacíamos a un lado los zapatos y un anaquel era transformado en comedor. Esto nos da satisfacción, nos da gusto contarlo porque al cabo de los años hemos creado una empresa muy importante que genera empleos e impuestos y que puso a prueba de manera palpable que todo es posible si se cumplen determinados principios.
“Los principios básicos con los que ha crecido zapaterías Santiago son:
Primero.- Una mística de servicio, nosotros siempre pensamos que antes de pensar en ganar dinero, hay que pensar en servir y servir bien y como consecuencia de ese servicio obtenemos beneficios económicos justos. No se debe pensar en estrategias que permitan que uno solo se lleve la tajada del león. No, la política actual de ganar-ganar (ganar todos) es una estrategia que siempre ha estado con otros nombres; lo que pasa es que no se ha aplicado o no se ha dado la terminología que actualmente manejan los economistas.
“Segundo.- Trabajo en equipo, lo que se ha hecho en Zapaterías Santiago es una labor de equipo, los colaboradores que hemos tenido a lo largo de nuestra vida empresarial han sido un factor importantísimo, muchos de ellos ya emigraron y se realizaron, se casaron. Porque la mayoría es personal femenino. Ellos cubrieron una época, nosotros seguimos y seguiremos adelante.
“Tercero.- Tecnificarse, Zapaterías Santiago tiene que dar el cambio, tiene que tecnificarse, porque el mundo actual es técnico, especializado y en este momento estamos en plan de consolidar nuestros logros para remontar nuevas alturas, pero ya con inclusión de personal especializado, tenemos a la fecha tres contadores públicos, tres administradores de empresas, todo el sistema de información es computarizado; control de ventas, inventarios, contabilidad, nóminas y además contamos con la presencia de mi hija Mariana que esta lista para entrar al relevo con muchas ganas, a la siguiente etapa de Zapaterías Santiago. Lo más importante de ella es que llega al negocio siguiendo nuestros principios básicos. No con la soberbia generacional sino con la sencillez que Marino Santiago sabe imprimir a sus cosas y enseñar a sus hijos.
“Las persona con quienes tengo la oportunidad de convivir saben que a Marino Santiago no se le han subido los humos a la cabeza; no hay que dar tantos brincos, el suelo está parejo y cualquiera que sea la altura que alcance cualquiera, su primer condición básica es la humana y entre humanos todos somos iguales”.
“En 1979 nació Zapaterías Santiago. El primer local fue el de Las Casas 903. En 1980 abrió el local de Miguel Cabrera 109; 1981 hicieron una bodega en la Colonia Libertad, en 1982 ampliaron la sucursal Mariana, en este momento tiene presencia en el mercado moderno en Oaxaca como son los Centros Comerciales: Chedrahui, Plaza del Valle y Soriana; cuenta con ocho puntos de venta estratégicos en la ciudad.”
Hombres cómo Marino Santiago, trabajadores, visionarios, con voluntad inquebrantable, me los imagino gigantes como el árbol de El Tule, son los que necesita Oaxaca para progresar de una vez por todas, aunque no lleven la bandera mexicana, aunque no digan discursos, únicamente que trabajen; hechos no palabras.
Desde Santa María Oaxaca, 1 de febrero de 2017


