Oaxaca de Juárez, 8 de febrero. gobernador oaxaqueño reformó la ley para que la siguiente administración dure sólo dos años, como espejo del caso de Jaime Bonilla en Baja California.
Con una aplastante mayoría, 33 de los 42 diputados del Congreso de Oaxaca votaron a favor en diciembre pasado una iniciativa de reforma constitucional con la cual se empatan las elecciones para renovar la gubernatura con las elecciones presidenciales de 2030, por lo cual la próxima persona que gobierne el estado sólo durará dos años en el cargo.
Lo anterior pese a las críticas respecto a que violenta los derechos políticos de las mujeres pues entre los cambios políticos que vive el estado bajo el morenismo luego de décadas de alternancia entre el priismo y el perredismo, se avizora la llegada de una eventual mujer a la gubernatura.
Parte de los cuestionamientos han venido de la senadora Susana Harp, quien sin importar que milita en el mismo partido del gobernador, no ha dejado pasar la oportunidad para meterle el pie a su compañero desde que fue electo candidato de Morena en el estado dejándola a un lado.
No sólo acudió al Tribunal Electoral para tirar la candidatura sin éxito, también Harp de Iturribarría ahora acusa al gobernador de impedirle aspirar a un gobierno completo, por seis años. Una forma de obstaculizar la operatividad de una administración de transición, cuyo único beneficiario sería el propio Salomón, según asegura Harp.
Lo relevante de la acusación además es que Susana Harp, a tres años de la elección, anticipa un eventual gobierno estatal bajo su mando, y no quiere verse enlodada y a contrarreloj como en 2019 le ocurrió a Jaime Bonilla en Baja California, quien tras una guerra fratricida contra el alcalde Arturo González Cruz terminó entregando el bastón de mando a otra enemiga jurada del tijuanense, la entonces alcaldesa de Mexicali, Marina del Pilar.
Quizá esto derive de su cercanía con la candidata presidencial obradorista, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, para quien coordina los Diálogos por la Transformación en materia de Cultura.
Envalentonada, retando al poder de Jara Cruz, la senadora morenista no teme presumir los poderosos vínculos empresariales de su familia y lo mucho que podría aportar desde la Secretaría de Cultura de ganar Sheinbaum la presidencia el 2 de junio próximo, y desde esa plataforma hacerse de la postulación a Oaxaca por Morena.
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