Oaxaca de Juárez, 22 de abril. Pues no: según los expertos, adaptamos nuestra imagen pública a las normas de etiqueta y la cultura de cada plataforma, muchas veces de modo inconsciente.

Hoy, lo normal no es tener un perfil más o menos activo en una red social, sino darse de alta en varias de ellas, aunque luego abandonemos nuestros avatares públicos a su suerte. En principio,todas sirven para lo mismo –conectarnos con nuestros semejantes–, pero como indica un nuevo estudio dirigido por expertos del Penn State’s College of Information Sciences and Technology y el King´s College de Londres, no somos los mismos si tuiteamos, compartimos un enlace en Facebook, actualizamos nuestro estado en LinkedIn o subimos una foto de nuestras vacaciones a Instagram.
Algunas tendencias generales son curiosas. Por ejemplo, las mujeres eran más renuentes a llevar gafas en su foto de perfil, mientras que los jóvenes menores de 25 años sonreían menos. Los autores del trabajo creen que esto no responde a actitudes premeditadas: “Pese a todos nuestros esfuerzos, al final nos amoldamos subconscientemente a los estereotipos de sexo y edad“, indica Nishanth Sastry, investigador del King’s College.
“Entender cómo interactuamos, aunque sea de una manera virtual, a través de las redes sociales nos enseña quiénes somos en el mundo online. En estos tiempos, todos dejamos unrastro digital, y si lo analizamos, aprenderemos mucho de nuestro comportamiento”, añade.
Muy Interesante


