Oaxaca de Juárez, 6 de julio. En el marco del encuentro de la Alianza Pacífico los mandatarios de Colombia, Perú, Chile y México, entablaron mesas de negociación en las que se priorizaba la facilitación de comercio, el desarrollo de las PYMES y la innovación. Si bien, estos acuerdos responden a una lógica básica de una integración regional es importante mencionar que este encuentro dio pasos agigantados por fomentar una mayor integración.
Después de cuatro años de existencia, la Alianza Pacífico ha promovido no sólo el comercio, sino también la cooperación en una de las regiones que ha tenido más crecimiento en América Latina. Factores como el educativo, el Acuerdo Marco y los protocolos adicionales han dado pie a que los mandatarios formen un contrapeso a otros intentos de integración regional como lo son el Mercosur o UNASUR.
Afectado por los atentados cometidos en Bogotá, el presidente Juan Manuel Santos, tuvo que abandonar el encuentro, no sin antes recibir todo el apoyo de sus homólogos. Resulta interesante la propuesta de Michelle Bachelet, mandataria de Chile, que le ofreció a Santos todo el apoyo en materia de cooperación y justicia en su lucha contra el crimen organizado.
Es importante destacar que esta integración ofrece no sólo una diversificación del mercado para nuestro país, sino promover los lazos con América Latina. Así mismo, países como Chile, han dado muestra que son fuertes potencias emergentes dentro del continente y han jugado a la par con México en materia macroeconómica.
Así pues, las facilidades que esta integración promete brindar en materia de educación y de comercio, incrementan el desarrollo de nuestro país y el alejamiento de la dependencia que tiene México para con Estados Unidos. Claramente voltear a América Latina ha resultado en ocasiones ser más redituable para México y ha entablado lazos de amistad que resultan inquebrantables. No podemos seguir pensando en México como el más desarrollado de América Latina así como es bueno aprender de nuevos modelos de desarrollo como los que han implementado países como Chile y como Colombia que tienen problemas similares a los nuestros.