Oaxaca de Juárez, 29 de agosto. En la transición del poder en 2018, no veía en posibilidad de ser candidato al actual secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade Kuribreña y no lo veía por su pasado “panista”.
No cabe duda que es un muy buen funcionario público y que tiene experiencia sobrada en varias áreas neurálgicas del gobierno federal, quizá le faltaba ese roce con la sociedad que logra ahora al través de la SEDESOL y sus programas sociales.
Lo hemos visto muy activo en los últimos meses en todos los estados de la república y sobre todo en las comunidades más pobres del país, llevando a la praxis la política de inclusión social que instruyó el Presidente Enrique Peña Nieto.
No me queda claro si Pepe Meade haya ganado alguna vez una contienda a un puesto de elección popular, sin embargo en la administración pública es un hombre que conoce, que tiene una preparación excepcional y una experiencia que muy pocos presidenciables poseen.
Ahora que sabemos gracias a filtraciones a la prensa, que Andrés Manuel López Obrador en su afán obsesivo de ser presidente de México, está ofreciendo a los gobernadores del PRI impunidad a cambio de votos y que quien encabeza las preferencias electorales es Margarita Zavala del PAN, cobra sentido la candidatura de Meade Kuribreña por el PRI.
Si el enemigo a vencer es el PAN, ¿quién más que un funcionario del gobierno de Peña Nieto afín al PAN para ser el candidato presidencial por el PRI?
Una alianza de facto entre el PAN y el PRI con un candidato intachable como José Antonio Meade Kuribreña, jalaría los votos necesarios de la derecha más los del PRI para vencer a un vejestorio como Andrés Manuel que quiere pactar con el diablo con tal de ser presidente de México.
Justamente el hecho de que en las encuestas –casi todas- vaya arriba el PAN, le abre las puertas del PRI de par en par a José Antonio Meade Kuribreña para ser el sucesor de Enrique Peña Nieto.
Me dicen los que saben que en breve, quizá después del cuarto informe de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, habrá cambios en el gabinete del mandatario, algunos enroques necesarios para la batalla previa a la final del 2018 que es la elección del Estado de México.
De esa manera puede dejar su cargo al frente de la Secretaría de Hacienda el Doctor Luis Videgaray Caso e irse a coordinar la campaña del candidato al gobierno del Edomex y cederle ese espacio nada más y nada menos que a Pepe Meade.
Rumores al fin, pero pareciera que quien manda en los pinos, están pensando con suficiente seriedad en la candidatura de una personalidad como la que imagina en sus comentarios el Presidente del PRI Nacional Enrique Ochoa Reza: un hombre honrado y probo.
Puro y sin mancha, ni con las manos manchadas José Antonio Meade puede ser el as bajo la manga de Peña, aunque eso no le guste mucho a los mexiquenses.
En la transición del poder en 2018, no veía en posibilidad de ser candidato al actual secretario de desarrollo social José Antonio Meade Kuribreña y no lo veía por su pasado “panista”.
No cabe duda que es un muy buen funcionario público y que tiene experiencia sobrada en varias áreas neurálgicas del gobierno federal, quizá le faltaba ese roce con la sociedad que logra ahora al través de la SEDESOL y sus programas sociales.
Lo hemos visto muy activo en los últimos meses en todos los estados de la república y sobre todo en las comunidades más pobres del país, llevando a la praxis la política de inclusión social que instruyó el Presidente Enrique Peña Nieto.
No me queda claro si Pepe Meade haya ganado alguna vez una contienda a un puesto de elección popular, sin embargo en la administración pública es un hombre que conoce, que tiene una preparación excepcional y una experiencia que muy pocos presidenciables poseen.
Ahora que sabemos gracias a filtraciones a la prensa, que Andrés Manuel López Obrador en su afán obsesivo de ser presidente de México, está ofreciendo a los gobernadores del PRI impunidad a cambio de votos y que quien encabeza las preferencias electorales es Margarita Zavala del PAN, cobra sentido la candidatura de Meade Kuribreña por el PRI.
Si el enemigo a vencer es el PAN, ¿quién más que un funcionario del gobierno de Peña Nieto afín al PAN para ser el candidato presidencial por el PRI?
Una alianza de facto entre el PAN y el PRI con un candidato intachable como José Antonio Meade Kuribreña, jalaría los votos necesarios de la derecha más los del PRI para vencer a un vejestorio como Andrés Manuel que quiere pactar con el diablo con tal de ser presidente de México.
Justamente el hecho de que en las encuestas –casi todas- vaya arriba el PAN, le abre las puertas del PRI de par en par a José Antonio Meade Kuribreña para ser el sucesor de Enrique Peña Nieto.
Me dicen los que saben que en breve, quizá después del cuarto informe de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, habrá cambios en el gabinete del mandatario, algunos enroques necesarios para la batalla previa a la final del 2018 que es la elección del Estado de México.
De esa manera puede dejar su cargo al frente de la Secretaría de Hacienda el Doctor Luis Videgaray Caso e irse a coordinar la campaña del candidato al gobierno del Edomex y cederle ese espacio nada más y nada menos que a Pepe Meade.
Rumores al fin, pero pareciera que quien manda en los pinos, están pensando con suficiente seriedad en la candidatura de una personalidad como la que imagina en sus comentarios el Presidente del PRI Nacional Enrique Ochoa Reza: un hombre honrado y probo.
Puro y sin mancha, ni con las manos manchadas José Antonio Meade puede ser el as bajo la manga de Peña, aunque eso no le guste mucho a los mexiquenses.