Oaxaca de Juárez, 5 de agosto. La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Río 2016 recibe al mundo en el mítico estadio Maracaná con un recorrido por la historia de Brasil y envía un mensaje sobre la protección del medio ambiente.
Años de preparativos, expectativa, escándalos y polémica llegaron a su culminación cuando un fuego de luces inundó el Maracaná para continuar con el himno nacional de Brasil que fue entonado perfectamente por los más de 70 mil aficionados que abarrotaron el lugar, con la presencia de una veintena de jefes de Estado.
Los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica finalmente quedaron inaugurados con una ceremonia en el mismo estadio que albergó la final de la Copa del Mundo de futbol hace dos años.
Desde la misma génesis de las selvas brasileñas hasta la colonización portuguesa, la época de la esclavitud y el nacimiento de las metrópolis, la ceremonia de Río de Janeiro repasó la historia del primer país sudamericano que alberga unos Juegos Olímpicos.
La supermodelo Gisele Bundchen arrancó vítores de la multitud de los espectadores al recorrer el enorme escenario, a modo de pasarela, mientras el músico Daniel Jobim interpretaba la “Chica de Ipanema”, una de las canciones de bossa nova emblemáticas de este país.
Acto seguido, chicos y chicas vestidos de blanco se contorsionaron en un colorido escenario al ritmo del “funk” brasileño, la música de las favelas de Río.
El Financiero