Oaxaca de Juárez, 29 de marzo. El 24 de septiembre de 2015, el Club Primera Plana, “Por las Libertades de Prensa y Expresión”, me entregó un reconocimiento por trayectoria periodística, al cumplir 60 años de actividad profesional. Mis inicios fueron en los diarios oaxaqueños El Imparcial y Oaxaca Gráfico, que después amplié a otros diarios y revistas. La referencia se debe a lo riesgoso que ha sido mantener una posición crítica e independiente, pues nunca he recibido la menor insinuación de una línea o la prohibición de abordar algunos temas, menos de una censura previa, aun cuando mis colaboraciones vayan contra personajes que en algo puedan afectar a la publicación de que se trate, porque tampoco ha habido alusiones a la vida privada, sino denuncias por actos o actividades que en algo puedan afectar a la comunidad. De todas maneras el peligro ha existido, pero en los últimos años se ha acentuado, porque además ya no se reduce a golpes y amenazas sino que se ha llegado al asesinato, cruel y cobarde contra los comunicadores que tienen a su cargo fuentes políticas y policiacas, como si existiera una alianza entre gobierno y delincuencia organizada. En los últimos tres sexenios, aun cuando le falte un año al actual, estos crímenes se han multiplicado.
El más reciente fue el cometido el pasado jueves 23, cuando al salir de su domicilio fue acribillada la periodista Miroslava Breach Velducea, corresponsal del diario La Jornada en Chihuahua, porque según el gobernador de esa entidad, Javier Corral Jurado, se trató de una respuesta a su trabajo, y es la primera línea de investigación que se sigue por haber denunciado el vínculo de la política estatal con el narcotráfico, sobre todo en las candidaturas que se presentaron en varios municipios de la sierra de Chihuahua. Señaló que la periodista había sido amenazada, pero que desestimó los mensajes recibidos y no quiso denunciarlos, ni siquiera compartirlos con gente cercana a ella. No da a conocer el gobernador su fuente de información, pero si esa es su opinión, ya podemos imaginarnos la situación en que se encuentra ese estado, pero que puede hacerse extensiva a todo el país. Recalcó que “fue una periodista que documentó constantemente la organización y la estructura criminal en Chihuahua, con una persistencia e insistencia asombrosa”.
Insistió el gobernador Corral en que se está trabajando de manera intensa e ininterrumpida en la investigación del caso, y que han tenido avances importantes “que de manera personal he confirmado, pero estamos en un punto en que no resulta conveniente hacer público el resultado de estas actuaciones, tenemos que ser responsables y por eso no podemos dar detalles, pero hemos obtenido un conjunto de evidencias suficientes que ya nos permiten engrosar la principal línea de investigación”. Si continúa siendo la que anunció desde el principio y los resultados la confirman, esperamos que las dé a conocer y que no se deje atemorizar o aceptar consignas, porque mucho depende de eso la seguridad y derecho de informar. Según el video de vigilancia al domicilio de la periodista sacrificada, aparece un hombre de gorra azul con una cartulina envuelta bajo el brazo izquierdo, misma que colocó sobre ella después de la ejecución. La inscripción de la cartulina dice: “Esto le pasa a toda la gente lengua suelta y allegada al gobierno. Y voy por ti gober. Atte: el 80”, que es uno de los líderes de La Línea, brazo armado del cártel de Juárez. Se informa que como no es conocido transita por los pueblos a la vista de todos, “asiste a las sesiones de cabildo de los municipios que controla y supervisa lo que allí se acuerde”, lo que hace suponer que se trate de una estrategia para desviar la atención del caso hacia agresión del narcotráfico, cuando en realidad pueda tratarse de una ejecución planeada por políticos locales vinculados a las administraciones de César Duarte y Javier Corral, que vieron afectados sus intereses con la información que la periodista publicaba.
Entre la gran cantidad de opiniones y protestas por el asesinato de la periodista Miroslava Breach, destaca la del senador petista Marco Antonio Blázquez, presidente de la Comisión Especial para dar Seguimiento a las Agresiones contra Periodistas y Medios de Comunicación del Senado de la República, quien además de condenar el atentado advierte que Oaxaca es uno de los cinco estados más peligrosos para ejercer el periodismo. Los otros son: Veracruz, Tamaulipas, Chihuahua y Guerrero. Dijo que el denominador común en estas entidades -con el mayor número de comunicadores ejecutados-, es la colusión de los jefes de las bandas del crimen organizado con los gobiernos estatales y municipales: “Este es el patrón de conducta, tanto más amafiadas están las autoridades con los delincuentes, mayor es la dificultad para ejercer el periodismo”. Explicó que se trata de gobiernos débiles, que no investigan ni persiguen los delitos e incluso protegen a los delincuentes. Por eso hizo notar el caso del gobernador Javier Corral, que acaba de iniciar su mandato y ha generado las expectativas, lo que merece un voto de confianza al encabezar la investigación a fondo que esclarezca los motivos de la vil ejecución de Miroslava.
Aquí hemos señalado diversos niveles de delincuencia y falta de gobernabilidad de las dos administraciones anteriores, sin que la que también se inicia haya dado muestras de firmeza y mano dura, que es lo que se requiere para el mejor ejercicio periodístico y de seguridad ciudadana. El peligro ha existido para todos, por eso el reclamo nacional del imperio de la ley y la justicia, ahora con un ejemplar castigo a los responsables directos e indirectos de la ejecución de la periodista sacrificada por el libre ejercicio de su profesión.
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