Oaxaca de Juárez, 25 de mayo. La emergencia por Covid agudizó aún más las desigualdades sociales y la brecha tecnológica que existen en México donde la población rural y la que se encuentra en situación de pobreza, no tienen manera de acceder o complementar la educación formal en línea que activó el gobierno federal luego del confinamiento, lo que ha ahondado el rezago cada vez en esta materia para miles de niños y adolescentes en esos segmentos de la población que no tienen computadoras y si las tienen no pueden pagar internet o bien no hay este servicio en sus comunidades.
Pero esa brecha digital también impacta en segmentos de la población “de estratos bajos” o rurales que enfrentan la dificultad de realizar teletrabajo o el llamado home office que muchas empresas activaron para sus empleados en este confinamiento o bien para quienes buscan capacitarse para buscar un empleo cuando se reanude la mayoría de las actividades económicas.
Si bien ha crecido el número de personas con acceso a internet, aún estamos lejos de masificarlo a todos los estratos sobre todo en el ámbito rural donde se hace más evidente la brecha digital: Apenas el 20.6 % de esos hogares rurales tienen computadora y de ese porcentaje solo el 23.4 tiene acceso a internet.
En las ciudades el panorama tampoco es muy optimista pues apenas el 50.9% de los hogares urbanos tienen computadora pero sólo el 65.5% de ellos están conectados a internet, es decir, que tengas computadora no implica que tengas internet, pues ello representa un gasto que no todos pueden pagar, de acuerdo a un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado.
Entre las principales razones que se esgrimen en los hogares que tienen computadora, pero que no cuentan con conexión a internet, destaca la falta de recursos económicos (50.7% de los hogares en esta situación), la falta de interés o por considerar que no se necesita (24.4%) y que no hay proveedor de internet en la localidad (15.9%).
El estudio titulado Accesibilidad y uso de Internet en México. La ENDUTIH a la luz de Covid-19, elaborado por el investigador Itzkuauhtli Zamora Saenz, destaca que en una crisis sanitaria como la de Covid-19, “la brecha digital constituye una caja amplificadora de la desigualdad social que hay en México”.
De acuerdo con datos del INEGI, mientras que prácticamente ocho de cada 10 personas de seis años o más es usuaria de Internet en asentamientos urbanos, esta proporción disminuye a cinco personas entre la población rural.
El estudio establece que la falta de acceso a Internet en zonas rurales y en hogares en situación de pobreza dificulta trabajo y educación a distancia durante la emergencia sanitaria.
Se estima que el 45% de la población mexicana que se encuentra en el estrato económico “bajo” es usuaria de internet.
Este porcentaje contrasta con el de la población que se encuentra en el estrato socioeconómico “alto”, ya que 92% de este sector es usuario de Internet.
En ese sentido, los hogares de estrato socioeconómico “bajo” que tienen computadora, pero carecen de conexión a internet mencionan que no pueden adquirir el servicio por falta de recursos económicos (60.2% de quienes se encuentran en esta situación) y porque no hay servicio en su localidad (26.1%).
A pesar del incremento de la población usuaria de internet que ha tenido nuestro país en los últimos años (se pasó de 57.4% en 2015 a 70.1% en el año 2019), no se ha logrado reducir la brecha digital entre los asentamientos urbanos y rurales, ni entre los estratos socioeconómicos.
La investigación sostiene que la población rural y la que se encuentra en situación de pobreza, presentan una condición muy adversa para complementar el aprendizaje de las personas que vieron alterada la modalidad en la que cursaban su educación formal a raíz del confinamiento a causa del coronavirus.
Estos sectores de la población también enfrentan la dificultad de realizar teletrabajo o de capacitarse en línea para buscar un empleo cuando se reanude la mayoría de las actividades económicas.
Esta dificultad —agrega— va en detrimento de la construcción de capacidades y habilidades de la población que de por sí ya tiene una situación económica precaria.
El principal equipo que utiliza la población para conectarse a internet es el celular inteligente (smartphone) con 95.3% de los usuarios, seguido de una computadora portátil (laptop o notebook) con 33.2% y en tercer lugar se encuentra la computadora de escritorio con 28.9%. Como veremos más adelante, de este indicador se infiere el principal uso que se hace de internet.
Los principales usos que hace la población con acceso a internet son: el entretenimiento (91.5%), la obtención de la información (90.7%), la comunicación (90.6%), el acceso a las redes sociales (87.8%) y como apoyo a la educación y/o la capacitación laboral (83.8%). Dentro de ese indicador destaca que 35.6% de la población usa el internet para interactuar con el gobierno.
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