Oaxaca de Juárez, 27 de diciembre. El pasado 26 de agosto, el senador perredista Benjamín Robles Montoya, presentó ante la Procuraduría General de la República (PGR) una denuncia formal en contra de Jorge Castillo Díaz, alías “Coco Castillo” por enriquecimiento ilícito, usurpación de funciones; operaciones con recursos de procedencia ilícita, tráfico de influencias, y demás delitos que se le configuren en contra de la Hacienda Federal y Estatal.
Según el contralor, Manuel de Jesús López López, el gobierno de Gabino Cué otorgará todas las facilidades a la dependencia federal en su investigación sobre el presunto desvío de recursos públicos de Castillo Díaz.
El problema en este caso, es que se trata del operador político y financiero del gobernador oaxaqueño y en la entidad es un secreto a voces que funge como vicegobernador.
Robles asegura que “mister moches” -como así lo nombró en una conferencia de prensa- se dedica a cobrar un porcentaje a quienes se adjudica obra pública y ha desviado más de dos mil millones de pesos.
Pero, López quien antes fungió como Procurador General de Justicia se mofa y aunque asegura que cooperará con la PGR, pero señala que el señor Castillo no es servidor público.
Y va más allá, porque Castillo, desde su oficina en la calle de Cosijopí -que se ubica en la ciudad de Oaxaca- ordena a los miembros del gabinete de Cué y maneja el presupuesto a su arbitrio, incluyendo al Contralor que asegura que sus homólogos deben denunciarlo porque sino también es omisión.
Jorge Castillo fue nombrado por el gobernador Gabino Cué, representante de su gobierno en la Ciudad de México, incluso hasta se tomó la foto oficial, pero para evitar que se le castigue por la vía legal, el mismo Mandatario negó que formara parte de su gabinete e incluso puso a otra persona sin dar más explicaciones.
Castillo y Cué son amigos desde la infancia. Aquí la foto donde Robles muestra su denuncia a la prensa.
Han pasado más de cinco meses y hasta el momento, la PGR no ha hecho eco a la denuncia del senador perredista.