Oaxaca de Juárez, 15 de enero
MILENIO CARLOS MARÍN EL ASALTO A LA RAZÓNLa insidiosa “hipótesis” de que el Ejército desapareció a los normalistas de Ayotzinapa cobra día con día rasgos cada vez más demenciales.
Sin alguna investigación medianamente racional que desmienta la hecha por la PGR (la única por hoy jurídicamente válida), y que conduce a una banda criminal (con policías locales como secuaces y una pareja municipal que detonó la matanza), los promotores de lagrilla popular prolongada consiguieron ya imponerle al gobierno de la República un ridículo cateo de instalaciones militares condenado a ser tan útil como la inservible carabina de Ambrosio.
Dadas las centenares de hectáreas en que se asientan las instalaciones de las 12 regiones y 46 zonas militares (más batallones, regimientos y guarniciones) que existen, la pretendida “búsqueda” de los muchachos es una siniestra y descomunal vacilada.
Frente a tamaña insensatez, mucho más fácil, comparativamente un sencillo juego de niños, sería dar con la célebre aguja, aun si se desconociera dónde chingaos estuviera el pajar…
cmarin@milenio.com
EXCÉLSIOR JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ RAZONESLas provocaciones de los miembros de la CETEG, acompañados por algunos familiares de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, en contra de cuarteles militares en Iguala y Chilpancingo, pudieron haber terminado en una tragedia, que es quizá lo que buscaban quienes las organizaron.
No se puede atacar un cuartel militar con bombas molotov, robar camiones de carga y lanzarlos contra sus puertas para tratar de ingresar por la fuerza y pensar que no va a haber reacción de los encargados de su defensa. En realidad hay que alabar a los soldados y oficiales que no hicieron uso de sus armas en forma letal contra los atacantes, porque eso es lo que hubiera ocurrido en una situación similar en cualquier parte del mundo. Uno pensaría también que en el exterior del cuartel habría fuerzas de seguridad civiles para evitar tales desmanes, pero sabemos que en el Guerrero de Rogelio Ortega eso es imposible, aunque los atacantes sean unas decenas de personas enmascaradas que no se sabe si son maestros, normalistas o simplemente provocadores profesionales.
El argumento que enarbolan para esas agresiones es que quieren revisar los cuarteles, porque dicen que allí pueden estar los jóvenes desaparecidos. Es una estupidez, pero una estupidez que algunos hacen suya por razones políticas. Los jóvenes no están en ningún cuartel: no hay una sola prueba, un dato que lleve a eso, y por el contrario existe una exhaustiva investigación de la PGR que explica qué sucedió con ellos, misma que ha sido ratificada con los resultados de ADN verificados en un instituto de Innsbruck, en Austria. Uno de los padres dice que el geolocalizador del celular de su hijo decía que estaba dentro del cuartel. Por una parte, lo único que se exhibe en ese sentido es el propio dicho, pero más allá de eso ¿a quién se le ocurriría realizar una acción represiva de ese tipo de quedarse con los celulares de las víctimas o con cualquiera de sus pertenencias? ¿Alguien puede pensar con sensatez que meses después de los hechos los jóvenes pueden estar dentro de un cuartel?
El ataque a los cuarteles es una escalada de las provocaciones que están llevando adelante los miembros de la CETEG, que son los que manipulan a los familiares y a los normalistas. Y muchos aseguran que buena parte de esa puesta en escena la dirige el gobernador con licencia Ángel Aguirre, mientras que su sucesor, Rogelio Ortega, lo que busca son alianzas con esos grupos, quizá para que en caso de que se suspendan las elecciones, él mismo pueda permanecer un tiempo más en su cargo.
Lo cierto es que el papel de Aguirre en el PRD local sigue siendo increíblemente sólido: ya ha quedado claro que Armando Ríos Piterrenunció a buscar la candidatura porque desde la propia dirigencia perredista se le pidió que se reuniera con Aguirre para que éste le diera su beneplácito a cambio de impunidad, a lo que Ríos Piter se negó. Lo increíble es que se lo solicitaran: Aguirre es uno de los presuntos responsables de los hechos de Iguala. No sólo por la estrecha relación que mantenía con el matrimonio Abarca y, sobre todo, con María de los Ángeles Pineda, sino también por su negligente actuación en los días posteriores a la desaparición, cuando primero no se ocupó del caso y luego difundió la versión de que en realidad los jóvenes estaban escondidos en Iguala e iniciaron una absurda búsqueda casa por casa.Aguirre durante toda la primera semana no hizo nada, incluso en contradicción con su procurador Iñaky Blanco, y fue hasta que la PGR tomó la investigación, una semana después, cuando se comenzó a saber qué había ocurrido.
El PRD se resistió durante semanas a exigirle a Aguirre que pidiera licencia, lo hizo cuando su situación era ya insostenible y ahora, resulta que Aguirre pondrá candidato y es el fiel de la balanza para ese partido en el estado.
Por eso, para la CETEG y asociados, la lucha pasa por acusar al gobierno federal, a los militares, a quien sea, menos al exgobernador, que es uno de los verdaderos responsables y que por alguna extraña razón aún goza de libertad. Manejaba antes y maneja ahora a esos grupos. ¿Una demostración más? La defensa a ultranza del PRD de Nestora Salgado, esta mujer que fue líder de las autodefensas de Olinalá, grupos con estrechas relaciones con organizaciones armadas, y que está acusada de decenas de delitos, incluyendo medio centenar de secuestros. Hay pruebas, testimonios de sus víctimas, al momento de ser detenida se liberó a varios secuestrados que estaban en cautiverio, portaba armas largas y las usaba contra sus rivales.
Ahora, el PRD exige su liberación, respaldada por Aguirre y Ortega, mientras acusan a las organizaciones civiles que encabezan AlejandroMartí e Isabel Miranda de tener intereses políticos para mantenerla encarcelada. Como dijo Martí, buscar la liberación de Nestora desde el propio gobierno estatal es la mejor demostración de que el verdadero control en Guerrero lo tiene un grupo político con intereses en la guerrilla y el narcotráfico.
LA JORNADA JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ ASTILLEROLa gira peñista contó con otro ingrediente que pareciera se incorporará de plano a los programas oficiales venideros. Las protestas públicas contra el ocupante de Los Pinos se presentan en las inmediaciones de cada lugar adonde éste asiste, con las fuerzas policiacas y militares como contención, siempre en riesgo de añadir más víctimas al rosario nacional. Hay múltiples motivos para esas movilizaciones, pero el central se refiere a Ayotzinapa, el fantasma que seguirá persiguiendo a EPN donde quiera que se presente.
Aun cuando fue opacado y relegado durante meses por la dimensión de la tragedia de Iguala, el caso de los ejecutados en Tlatlaya, estado de México, va recuperando el lugar que le corresponde en el escenario de los crímenes de Estado. Más allá de la probable condición de peligrosos delincuentes que se achaca a los fallecidos, el punto de quiebre institucional reside en la práctica militar de limpieza social
mediante el fusilamiento sumario de los presuntos miembros de grupos del crimen organizado (lo cual se ha dicho durante años que es una política oficial reiterada, sistemática, pero sólo en ese lugar se mostró en una cuantía y una evidencia inocultables, a tal grado que incluso ha sido denunciada en medios internacionales). El curso de lo sucedido en Iguala ha llegado inevitablemente a los ámbitos militares (incluso el gobierno federal ha prometido que permitirá la visita civil, con familiares de los 43 al frente, de instalaciones castrenses), pero también el expediente de Tlatlaya afecta directamente a la institución verde olivo y, desde luego, al gobernador Eruviel Ávila, que con prontitud exculpatoria desestimó en su momento la participación militar que finalmente se ha debido reconocer, y a los cuerpos policiacos estatales y municipales que en esa entidad constituyen un peligro para sus habitantes y para los viajeros que deben cruzar por ese territorio especializado en abusos graves, criminales.
En otro asunto, la Comisión Nacional de Elecciones del partido Morena reivindicó la ajada figura delcandidato único
, tan vilipendiada en años recientes. La cúpula del nuevo partido aprobó solamente a un aspirante por cada uno de los distritos locales del Distrito Federal y de sus delegaciones (con excepción de la Miguel Hidalgo, donde se declaró desierto y donde bien podría anotarse el senador L-12, Mario Delgado, pues tal opción se reservó para un externo
que sea varón y al cual directamente designará el mando nacional).
La rehabilitación de la unicidad prehistórica (consenso, rechazo a divisiones, finura política, tejido magistral, dirían los jurásicos de antes, como lo pueden decir los regenerados de ahora) desembocó además en la providencial coincidencia de los Promotores de la Soberanía Nacional previamente sembrados (recolectores de firmas para consultas sabidamente inviables, fotográficamente promovidos ellos mismos junto al imán electoral tabasqueño y trepados siempre en los templetes indicativos) con los nombres finalmente confirmados en el DF (la lista completa, en http://bit.ly/1KLzba9 ).
Conforme al artículo 14 de la convocatoria expedida para estos menesteres, las asambleas delegacionales y distritales que habrán de realizarse en la ciudad de México sólo servirán para convalidar las altas decisiones ya tomadas. Se informará
a los asambleístas que ya tienen abanderado definitivo
para que loreconozcan
. Así dice tal artículo restrictivo: Si en el distrito o delegación, según corresponda, la Comisión Nacional de Elecciones sólo aprueba el registro de un aspirante a candidato, éste será designado y reconocido como candidato único y definitivo, lo cual será informado a la Asamblea Distrital Electoral Local o a la Asamblea Delegacional Electoral según sea el caso
. Lo antes dicho: ni los chuchos. Y lo antes preguntado: ¿dedazos o asambleas?
Astillas
El multimillonario mexicano Carlos Slim se ha quedado como principal accionista de The New York Times, que a partir de ahora podría ser llamado The New York Telmex… El duelo estelar entre mujeres en la Arena Nuevo León (Margarita Arellanes, con túnica cristiana de blanco y azul, frente a Ivonne Álvarez, con milenaria vestimenta tricolor de la onda grupera) no deja resquicio viable para el juego de otros partidos… El tufo a podredumbre en el futbol profesional no queda en el plano del lavado de dinero, la evasión de impuestos y los arreglos con árbitros a subasta. El mexicano Javier Aguirre, antes director técnico de la selección Televisa-México, y ahora de la japonesa, deberá declarar el mes entrante ante autoridades españolas que investigan a 42 sospechosos de haber negociado el marcador de un partido entre Zaragoza (que dirigía JA) y Levante, en la temporada 2010-2011. ¿Cuántos partidos (se habla en esta ocasión de lo deportivo) searreglarán
económicamente en el vivero de la corrupción mexicana? ¿Poderes empresariales e incluso políticos habrán comprado resultados en los fangosos torneos locales?… Entre más insiste Margarita Zavala en denunciar distorsiones, grupismo y errores de los dirigentes actuales del PAN, más hace recordar la etapa oscura en que Felipe Calderón sometió ese partido a Los Pinos… Y, mientras el agradecimiento de Los Pinos con el chuchoperredismo amenazado en el DF facilita que el Panal (bajo dominio peñista) se acomode a alianzas capitalinas con el sol azteca, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero