Oaxaca de Juárez, 21 de octubre. Las evidentes adelantadas precampañas electorales rumbo al proceso de 2016 en pos del poder ejecutivo del gobierno de Oaxaca, afectan no sólo las áreas de los gobiernos federal y estatal sino hasta municipal. Hay funcionarios federales y legisladores y legisladoras con notorias aspiraciones a ser candidatos a gobernador que realizan mítines nutridos con el pretexto de informes de labores o promoción de bienes y servicios públicos.
Concentraciones que se realizan cual giras que ya quisiera la Banda del Recodo: una mañana en un municipio, a medio día en otro y por la tarde en otro; y al día siguiente igual en otra región de la entidad. Y nos dicen que ese es el trabajo que tienen encomendado, que realizan hasta al borde del sacrificio, con grandes concentraciones incluso sábados y domingos, que no duermen para llevar beneficios a su amado Oaxaca. Vaya.
¿Si eso no es andar en precampaña o campaña qué es? Y si uno de los protagonistas de esta práctica resulta nominado candidato por su partido, es innegable que llevará ventaja sobre otro de diferente partido que no haya incurrido en lo mismo. Pero la autoridad electoral, nada hace.
Veíamos con alivio como algunos de nuestros diputados oaxaqueños, los peor calificados de la legislatura federal anterior como Samuel Gurrión y Hugo Jarquín, entre otros y otras como Eufrosina Cruz, realizaban su dizque último informe de labores en claro afán proselitista dentro de sus temerarias aspiraciones a gobernar Oaxaca. Pero lamentablemente no fue lo último, continúan en sus precampañas abierta y descaradamente, en intensa contaminación visual.
Hay un abuso a placer de la inocuidad del IEEPCO, autoridad electoral devenida en cero a la izquierda, que según dispuso el INE desde la ciudad de México ya no servirá casi para nada pues será el mismo INE el que organice, capacite y en suma lleve a cabo las elecciones del próximo año. Habrá de quedar el IEEPCO sólo como instrumento servil del gobierno estatal para consultas innecesarias y fuera de la ley como la realizada sobre el Centro de Convenciones.
En esta duplicidad de funciones, ninguno de estos dos institutos electorales mete la mano para frenar a quienes ya andan en precampaña, o ¿ellos sí creerán que esos aspirantes andan efectivamente en la difusión de los servicios de las instituciones a su cargo? Si como dicen los juristas ahora que la ley electoral que había aprobado la actual legislatura oaxaqueña fue desechada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), será la ley federal electoral la que se aplique en Oaxaca, ¿no debería el INE, que se arrogó la organización de las elecciones en los estados de la república, ocuparse de sancionar estas evidentes faltas de varios de los aspirantes en abierta precampaña?
De acuerdo a lo aclarado por altos funcionarios del IEEPCO aunque quisieran no podrían sancionar a quienes ya andan en giras proselitistas. Los actos anticipados de campaña —según un comunicado del IEEPCO— son aquellos que realizan los aspirantes con la finalidad de recabar el apoyo ciudadano, estos pueden ser escritos, publicaciones, imágenes, grabaciones, reuniones públicas, asambleas, marchas y todas aquellas actividades dirigidas a la ciudadanía que busquen influir en el voto. O sea todo lo que hoy vemos en Oaxaca.
Sin embargo, aunque ciudadanos se han quejado y denunciado actos anticipados de campaña, el IEEPCO ha eximido de responsabilidad a los acusados no obstante sus ostentosas cruzadas. Ello porque la ley electoral de Oaxaca carece de sustento —cuando había ley— para castigar estos actos adelantados.
Sin duda lo anterior es resultado del cálculo político de los partidos cuyos representantes en el Congreso local redactaron malas leyes, así sus candidatos pueden adelantarse todo lo que quieran con cualquier pretexto: giras de trabajo los funcionarios, informes de gestiones los legisladores, etcétera. Lo único que tienen que hacer los aspirantes en estos actos adelantados es nunca pedir literalmente el voto en sus reuniones, sólo eso.
www.revistaenmarcha.com.mx y lc.blas@gmail.com