Oaxaca de Juárez, 24 de enero. Los priistas enterrando al PRI en Oaxaca. Lo están logrando a marchas forzadas y su autor intelectual vive en el DF y despacha en Polanco. Hay mucha inconformidad al interior del tricolor estatal. Los movimientos que hizo José Murat mostraron que el PRI se rindió de manera incondicional a Morena. La llegada de Carmelita Ricárdez y Javier Casique a la dirigencia, ambos manos ejecutoras del ex gobernador mostraron la realidad del otrora partido político porque lo que queda son migajas. Las listas de los elegidos tiene los mismos rostros de siempre. No aprendieron. Ahora, con estos candidatos, pues sinceramente ya no hay nada que hacer. Será muy difícil mover a las bases y en especial el día de la elección porque al PRI ya no le alcanza para cubrir todas las casillas con sus representantes y ese será el día clave de la elección. Se preparan para dejar ganar a Morena y entregarle malas cuentas a Xóchilt Gálvez y buenas al gobernador Salomón Jara, quien podrá presumir ante Claudia Sheinbaum que se cumplió. 
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Alejandro Murat, otro peon de la tabla de ajedrez que parece un chicle mal pegado en la 4T.
El 19 de diciembre el llamado cachorro junto con Adrián Rubalcava Suárez y Eruviel Ávila Villegas anunciaron la creación de la Alianza Progresista por México (APM) y, con ello, el rechazo absoluto al Frente Amplio Opositor.
Según el cachorro el PRI que lo hizo ganar la gubernatura oaxaqueña aunque no nació aquí, comprometió su solidez ideológica y programática y se volvió comparsa y que está en vías de convertirse en un partido testimonial.
Y, aunque toda su vida ha gozado de las mieles del poder, resulta que ahora asegura que el PRI es un partido socialdemócrata en el papel, que acompaña en una coalición la candidatura de un partido de derecha. O sea la misma cantaleta de Morena, con quien el gobernador coqueteó todo el tiempo y le entregó Oaxaca.
Todo sea por seguir disfrutando del poder, sin despeinarse.
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En el último informe del estudio “Galería del horror: atrocidades y eventos de alto impacto registrados en medios periodísticos”, Causa en Común reveló que, durante 2023, se cometieron en el país, al menos, 6,378 crímenes de extrema violencia que pueden ser clasificados como atrocidades. Para efectos del estudio, se define “atrocidad” como el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político, y/o para provocar terror.
- Las tres atrocidades que más se registraron en el país fueron: tortura, con al menos 1,789 casos; asesinatos de mujeres con crueldad extrema, con al menos 935 casos; y mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres, con al menos 645 casos.
- Las diez entidades con más atrocidades fueron: Baja California, Guanajuato, Chihuahua, Guerrero, Morelos, Jalisco, Puebla, Veracruz, Michoacán y Zacatecas.
Ese es el México que ofrece Claudia Sheinbaum, pues lo ha reiterado en varias ocasiones, habrá continuidad.


