Oaxaca de Juárez, 20 de mayo. Luego del evento “Draw Mahoma” impulsado por una de las críticas más asiduas del Islam, Pamela Geller, el ISIS se ha atribuido los incidentes ocurridos en el mismo. Si bien, podría sonar fantasioso que el Estado Islámico se encuentre en condiciones de atentar en territorio de Estados Unidos, también es importante no subestimar las alertas que la intolerancia religiosa ha dado en aquel país.
En palabras de Geller, la “jihad” (mal traducido como guerra santa) ha sido uno de los principales hacedores de conflictos alrededor del mundo, de acuerdo a esta señora el cristianismo y el judaísmo son religiones mucho más avanzadas que el Islam por el sólo hecho de que las primeras si tienen la noción de respeto a la libertad de expresión.
Muchos han sido los críticos y los académicos que han promovido la idea de que el Islam no es una religión cuya principal característica sea el terrorismo y el caso de ISIS no es aislado, dado que se ha presentado en miles de religiones como el cristianismo o el judaísmo. Lamentablemente hoy en día la libertad de expresión se ha reducido en aguantar las ofensas vengan de donde vengan.
La crítica principal que habría que hacernos sería entonces, qué es lo que cómo sociedad hemos hecho para promover que grupos como el que lidera Pamela Geller tengan no sólo presencia sino aceptación. Sin justificar las tácticas del Estado Islámico, es imposible pensar que la Jihad sea el único promotor de problemas en el mundo cuando las intervenciones norteamericanas han causado no sólo desplazados sino muertes durante más de treinta años.
Así pues, es más que importante, no sólo promover la tolerancia sino el entendimiento entre las personas y entre las naciones entendiendo que los dogmas de fe no puede atribuírseles una superioridad y que inevitablemente habrá susceptibilidades que herir al momento de hablar de ello.

