Oaxaca de Juárez, 16 de julio. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, regresó en la mañana de este sábado a Estambul horas después de que iniciara un intento de golpe de Estado en su contra por parte de un grupo de militares.
Y frente a una multitud que lo aclamaba en el aeropuerto de Estambul, dijo: “El gobierno está en control”
Por su parte, el nuevo jefe interino del estado mayor del ejército, Ümit Dündar— quien fue nombrado en sustitución a Hulusi Akar, capturado por los golpistas y cuyo paradero se desconoce— , también informó que el intento de golpe ya fue “frustrado”.
Y el primer ministro Binali Yildim describió el levantamiento como “una mancha negra en el historial democrático de Turquía”.
Según las autoridades, el levantamiento y la respuesta para controlarlo dejaron como consecuencia 265 muertos, “la mayoría de ellos civiles”, más de 1.000 heridos y más de 2.800 militares vinculados al golpe arrestados.
La televisión turca mostró a decenas de soldados presuntamente involucrados en el intento de golpe rindiéndose, abandonando los tanques con las manos en alto.
El gobierno turco también informó que 29 coroneles y 5 generales fueron apartados de sus cargos, así como unos 3.000 jueces.
Ya lo advirtió Erdogan en el aeropuerto, a donde llegó tras disfrutar de unas vacaciones en el sur del país: “Este levantamiento, este movimiento es un gran regalo de Dios para nosotros. Porque el ejército será limpiado“.
Y en su desafiante discurso agregó que los golpistas “pagarán caro este acto detraición”.
Asimismo, el presidente turco señaló como culpables del intento de derrocamiento a los seguidores del clérigo musulmán turco Fethullah Gulen.
Aunque el clérigo, quien vive autoexiliado en Estados Unidos, negó categóricamente cualquier vínculo con los acontecimientos de Turquía.
Este sábado el presidente Erdogan pidió a EE.UU. que extradite al clérigo Gulen durante un discurso ante una multitud de seguidores en Estambul.
BBC Mundo


