Oaxaca de Juárez, 27 de octubre. De la carta de San Francisco a Ruanda, de la Guerra de Balcanes a Somalia, la participación de las Naciones Unidas ha sido decisiva en la arena internacional. Los juicios de valor pueden ser muchos pero la realidad es que la creación de las Naciones Unidas ha sido un hito en las historia de la humanidad.
Con la intención de preservar la paz y la seguridad internacionales, la Organización de las Naciones Unidas ha sido la única institución que responde a una lógica universal y ha promovido el entendimiento entre las naciones. Con su setenta aniversario nos encontramos con múltiples necesidades en el escenario internacional que han provocado que reflexionemos respecto al papel y la utilidad de las Naciones Unidas.
La realidad es que la dinámica internacional se sigue determinando por intereses. Hoy más que nunca es importante que las Naciones Unidas privilegien la cooperación entre los miembros de la comunidad internacional.
Con problemas en diversas regiones del mundo y con crisis humanitarias, crímenes de genocidio, hambre y enfermedades es prioritario contar con una organización internacional que esté a la vanguardia para poder afrontar los distintos problemas del mundo. Muchas son las voces que se pronuncia en pro de una verdadera reforma de las Naciones Unidas y si bien, su estructura no es la más adecuada ni responde a nuestra realidad no podemos esperar que esta institución sea perfecta.
Lo que hace a las Naciones Unidas una organización vital para el desarrollo de las relaciones internacionales es el foro que otorga para que las diferentes naciones puedan exponer sus problemas y esperar cooperación entre los países miembros. Ante todas las necesidades del sistema internacional es importante apelar a ese sentido de cooperación para hacer del planeta un lugar más habitable.
De ahí que podamos entender que las condiciones actuales en el escenario internacional no son sencillas. No obstante, carecer de la labor de una organización como la de las Naciones Unidas sería condenar no sólo a la existencia de los países sino a la propia existencia humana.

