Oaxaca de Juárez, 7 de septiembre. El 60 por ciento de las tiendas de abarrotes en el país no han ingresado al Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), por el alto costo que les representa en su contabilidad, dio a conocer el presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera.
En una encuesta realizada por el organismo, se detalla que de un total de 700 mil tienditas distribuidas en todo el territorio nacional, un 40 por ciento, unos 280 mil negocios, pasaron del anterior Régimen de Pequeño Contribuyente (Repeco), al RIF.
El resto, 420 millones no ha realizado el cambio de régimen fiscal, de este total un 20 por ciento considera no hacerlo y quedarse en la informalidad.
“El 85 por ciento de los encuestados piensa que es más fácil ser comerciante ilegal derivado de la falta de incentivos, los altos costos de servicios, elevados impuestos, trabas burocráticas, desinformación, esto en conjunto complica el trabajar de los pequeños comerciantes”, reconoció Rivera.
Abundó que el comercio informal provoca bajas en las ventas del canal formal, perjudica las finanzas del país al no hacer ninguna aportación tributaria.
De acuerdo con el directivo, un vendedor informal gana 70 por ciento más por ventas, principalmente en alimentos apócrifos como agua embotellada, cigarros y comida chatarra, con la ventaja de no pagar impuestos.
Otros datos de la encuesta, detallan que el 86 por ciento de los sondeados ha visto afectado el desarrollo del negocio, pues las principales causas que obstaculizan al RIF son la contabilidad electrónica y la facturación.
“La transición de la brecha digital lo ha complicado. Las autoridades dan por hecho que se tiene conocimiento del uso de una computadora y acceso a Internet. Tenemos que pagar al contador, validar facturas de proveedores y representa más costos que impiden crecer”, sostuvo.
Otro de los hallazgos reportados, es que el 93 por ciento de los pequeños comerciantes reporta que las ventas continúan a la baja de manera sostenida, principalmente por la falta de ingresos de los clientes y un incremento en los precios de algunos productos de consumo básico como el azúcar, huevo, aceite, tortilla, frijol, arroz, frutas y verduras.
Comentó que la gente ha comenzado a privarse de varios productos que les permite mantenerse en la línea de bienesestar, como dejar de comprar productos de limpieza personal o en el peor de los casos utilizan productos “piratas”.
Incluso, los comerciantes dicen que hay mercancías que no dejan de comprar, aunque eleve su costo, como los refrescos.